Enero derrite las torres
Que parecen de goma
Adentro la gente se muere
De desesperación y angustia
Por no saber rezar
Y frente a escaparates luminosos
Adora a un dios de neón
El cemento obtura las voces:
¿quién recordará tu nombre?
¿quién escuchará tu historia
en la multitud solitaria?
Daniel Abelenda Bonnet -Uruguay.
Publicado en Suplemento de Realidades y ficciones 77
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