Rescátame de las sombras sórdidas de la luna,
no quiero acabar muriendo entre lágrimas opacas,
no puedo ver el destino tan cruel en mi laguna.
De qué sirve la vida en eclipsadas condiciones,
caducan todos los boletos de sueños creados
mientras se ahogan alaridos sin bellas canciones.
Con el conjuro de mis sentimientos positivos,
va esperanza absorbiendo lágrimas sabor a mar
y traspasa hasta al alma de mis versos compartidos.
Dame ramos de rosas que mimen mi autoestima,
saldré al sol que broncee mi piel blanca inmaculada
cogida de la mano del amor que no deprima.
El viento me silba con una grata melodía
con aroma a pétalos en notas de amor eterno:
le daré mi corazón a la luz de cada día.
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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