martes, 3 de julio de 2018
CANTATA DE LA BLANCA SOLEDAD / BALADA DEL PLOMO Y LAS HERIDAS
CANTATA DE LA BLANCA SOLEDAD
La Soledad no es invisible
su silencio busca el pañuelo
de la lámpara apagada,
y el blanco sextante
que reduce los desiertos.
Cuando el Ser no se pertenece
la sombra del desierto
puede ser una caricia.
Retirarse a Sí mismo
semeja volver al refugio
donde nunca habitamos.
Al volar entre los mares
el corazón se siente deslumbrado,
arde el destino
y tiembla la fragua arrodillada.
La Vida es la ola recurrente
de la Ausencia
un himno ojival
y la ofrenda simulada en el Poema.
Demasiadas veces
al otro lado del comienzo
o al final,
la luz y la oscuridad
no nos reconocen.
BALADA DEL PLOMO Y LAS HERIDAS
Hoy las penumbras no quieren rezar
y extienden el fuego entre los ojos
el último poema
imaginarte descalza por la Ausencia
La luna se ha convertido
en un soliloquio que me cerca
Habito en el páramo
donde los besos han olvidado cantar
Solo el crepúsculo me presta
angostos retablos
que devuelven a las horas sus colores
Cambiar el santo y seña
ha sido partir el corazón
en tres mitades
Tu nombre tiene forma de campanario.
Luis Ángel Marín Ibáñez -Zaragoza-
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