En un mundo irreal
Me sumergí un día,
Alimentabas mi alma día tras día
Me acariciaban bellas ilusiones,
Me regalaste la virtud de tus letras,
Sembraste en mi corazón
La alegría de sentirte junto a mí.
Iluminaste mi vida,
No había distancias
Que impidieran mi amor por ti.
Me entregue totalmente...
A ese amor de fantasía,
De promesas incumplidas,
Desilusiones que me dejaban tus silencios.
Te quise sin dramas ni exigencias
Solo quería oír ¡tu voz!
Acaso era mucho pedir,
Dime... eso es tener
El alma vacía.
Gloria Echeagaray Blancarte
No hay comentarios:
Publicar un comentario