¿Seremos capaces de decir
que hubo
quienes mataron el futuro?
En el rugido de los disparos,
tratamos de susurrar la vida.
Los ojos solo hablan en silencio:
- tememos a la muerte.
La vida está
temblando.
A pesar de todo esto,
es la esperanza de otro:
una sonrisa de suerte.
¿Tal vez por eso
los malvados
no escucharán nuestro silencio?
Eliza Segiet. Traducción Artur Komoter
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