HERMOSURA TAN DESPAMPANANTE

(Poesía en prosa) 

Naciste con el don de la dulzura y presencia despampanante, un premio divino, que solo unos cuántos tienen la dicha y suerte de poseerlas; mantente sencilla, tolerante y comprensiva, agradece al destino de la vida que tu iluminación es temporal; pero, relevante para ti; haz que tus sueños sean realidad mostrándote en todo momento la humildad no la soberbia ni menos el carácter impaciente; haz que tus acciones sean plausibles y llenas de amore, no te alteres ni menos juzgues a nadie, escucha pacientemente a los demás, sé razonable y actúa con juicio y razonabilidad; no emplees la ira ni te adecúes a la vida fácil ni mundana; haz que tus principios y valores se mantengan al tope y sé siempre, atenta en las conversaciones y compórtate al nivel que tú, quisieras que te traten.

Practica el bien y no creas en supersticiones ni banalidades extras, coadyuva con los demás en tu hogar, comunidad y círculo donde estás integrada, teniendo como paladín el respeto y consideración, especialmente a los niños; mantente en tu peso ideal, lee la Biblia antes de dormir y reza por los enfermos; sé prolija en tus cosas y no insistas en una sugerencia de tus padres, ellos saben más por la experiencia vivida y quieren que tú, seas una persona íntegra y llena de felicidad.

Ten muchas amigas solidarias y que estén acorde a tu pensar, elige a tus amigos educados y participa en tareas comunales, especialmente cuando exista para personas de escasos recursos económicos; duerme más de ocho horas diarias y dedícate a estar inmerso en un círculo de virtudes con verdaderos amigos. Sé positiva, entusiasta, carismática y sobre todo lectora acérrima, haz que tus habilidades se desarrollen en bien de ti misma, si estudias dedícate exclusivamente hasta que concluyas y seas profesional; sino, sé emprendedora con proyectos de empresaria o labores coherentes a tu mundo personal.

Por último, no te inmiscuyas en actividades dudosas ni menos furtivas; haz que tu Universo de ilusión, sea pragmático, cálido y provechoso; goza en forma libre y espontánea sin prejuicios ni tabúes, haz que la razón de vivir, sean tus padres y agradécelos infinitamente y si estás en la etapa del amor afectuoso, elige tu pareja con “cabeza fría”, no te exasperes ni menos perturbada, para todo hay solución y sí, se te presentase algún óbice de la vida, mira el cielo, que Dios está contigo y nunca te abandonará.

Julio César Portella Medina -Perú-