EL AMOR ES SUBLIMIDAD

El amor es sublimidad, esplendidez subjetiva y espiritual que acarrea el equilibrio de los sentidos, es la majestuosidad inherente que brota de lo intrínseco como una luz esplendente que encandila el corazón, es lo más divino y eternal en un Universo henchido de felicidad, donde el alma complacida se colma de bondades.

Es el sentimiento más majestuoso, que está inherente en el corazón, relumbra cuando se siente fascinado y se manifiesta resueltamente con la ilusión destellante y pasión extasiada. Es iluminación del alma inspirada donde destella fulgores llamativos y enciende grandes motivaciones, colmados de exaltación y luminiscencia; es la savia nutritiva del corazón, donde esparce pétalos florales en el calor sanguíneo; es la irradiación destellante de la alegría en la alta dimensión lumínica, que fluye tan divinizada.

Me preguntas ¿Qué es el amor?, mírame cándidamente a mis ojos, si pestañeas, sabrás el sentido más esplendoroso de atracción y si sonríes simultáneamente, entonces el amor se ha adherido en tu corazón, atiborrado de pureza y nobleza; indefectiblemente se atestará de dulzura, barnizada de encantos sublimes y se iluminará la neurona de la felicidad más potente y afrodisiaco, que irradiará en tu ser, llevando pétalos lumínicos en la torrente sanguíneo, y disfrutar siempre la verdadera emoción de vida: ¡EL AMOR!

El amor en su dimensión universal, fortalece las emociones y coadyuva a la semilla de valores éticos en la búsqueda de formación de hombres de buena fe y de un futuro esperanzador.

Julio César Portella Medina -Perú-