CON SUS PUNTOS CARDINALES

CON SUS PUNTOS CARDINALES recién planchados y las ganas vestidas de domingo, la mañana se te ofrece como una novia por estrenar en la noche de bodas.

      Todo parece perfecto. Todo a medida para zamparte tiempo y vida en dos bocados. Los sueños y las cosas por hacer están a mano y esa mano sonríe. La rosa de los vientos, con el nombre de tus anhelos, luce brillante y clara… Hoy será el día… ¡Sin duda!...

      Entonces sales a la calle. La vida sigue siendo la misma vida o lo que quieran llamar a esto. La rosa de los vientos no es más que un bardal infectado de capullos. La mañana y el deseo quedan tirados, arrugados y pateados en el recodo de la calleja donde mean los borrachos cada noche.

     Sin comer y sin hambre el empuje y la apetencia te incitan a limpiarte el culo con el mapa pergeñado en tu mente, con el poema que ibas a escribir y que pensaste que algún día te pondría la memoria morcillona recordando los puntos cardinales de esta fecha que pensaste escribir con primorosa caligrafía…

     Pero visto lo visto, hoy no va a poder ser… Ya mañana… Si eso… Y si se tercia…

FRANCISCO TOMÁS BARRIENTO EUSEBIO -Campofrío-