Solo tú. Siempre tú.
Lloran mis ojos,
¿le quiero?
Responde mi corazón
con un si grandioso.
¿Dejarte?
No te dejaré nunca por olvidado.
Aun pensando en otras cosas
estoy aprendiendo más
a amarte.
La semilla del amor
germinó dentro de mi corazón
por tu mirada,
sonrisas, palabras...
creciendo mi amor
con pasión.
Y en esa soledad inmensa
de quererte
cada noche
te recuerdo
al apagar la luz
en el lecho...
¡suspirando por tu amor!
Marina Peralta Ortiz -Granada-
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