Eres Tú quien me guía,
en este derrotero cotidiano,
en este fluir inacabable de palabras,
entre la emoción y el desamparo.
Eres Tú, con tu sabiduría infinita,
con tu misericordia incontenible,
quien ha establecido
este puente sólido
en mis eternas convicciones.
Un puente hacia Dios
me aguarda en este peregrinar,
en la búsqueda de tus milagros,
en tu fuente de verdades,
en tu copón de esperanzas.
Este puente,
conformación de mi existencia,
conexión hacia lo infinito,
paraíso de desconocidas sensaciones,
compenetración de constelaciones doradas.
ZAIDA JUÁREZ -ARGENTINA-
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