DESAZÓN QUE SE QUEDÓ EN EL ALMA

“He perdido mi país errante… 
¡Dónde mis pies! 
¡Dónde mi alas! 
¡Dónde mis risas tempestuosas! …” 
(César Brañas: Viento Negro) 

Es el recuerdo que como viento vuela.
Es el dolor que del pasado viene.
Es la desnudez sombría de la pesadilla.
Es la desazón que se me quedó en el alma.
Es la muerte de mi paz,
que a hurtadillas llega.

Viene rudo y cruel hasta mi alcoba.
Con ojos de pesadilla se me estrella.
En el rostro que aún no se despabila.
Malvado se me cuela con cínica sonrisa.
Vaciándome el corazón de toda calma.
Es el recuerdo que como viento vuela.

Clamores y dolores ensombrecen mi despertar alegre.
El vacío del dolor se me cuela luctuoso y triste.
Quiero cerrar los ojos,
para desarmar al imprudente.
Que con alas rotas pernocta en mi sentimiento
Arrebatado, sus afiladas garras en mi pecho hinca.
Ese dolor que del pasado viene.

Tapo mis ojos con las manos fuertemente.
Para amortiguar el golpe que me asesta.
Pero, su fuerza de fornida remembranza,
vuelve traslúcidos mis dedos.
Y, frente a mí, percibo
gestos, llantos, quejas. Sufrimientos y congojas.
Es la desnudez sombría de la pesadilla.

Viene de horrendos años de persecución y muerte.
Irrespetuosa se coló por la ventana.
Trastocó mi pacífica gratitud de ser y estar viva.
Acabó con mi voluntad de convivir tranquila,
amando mi trabajo, mi casa y a mis hijos.
Es la desazón que se me quedó en el alma.

Grosero eco de grotescas voces.
Pregonan la muerte de la vida.
Hoy, al despertar me grita.
Quiere que claudique y de pavor me amargue.
Me hiere con aguda y mutilante fuerza luctuosa.
Es la muerte de mi paz que a hurtadillas llega.

Aura Violeta Aldana Saraccini -Nicaragua-