Regálame un beso,
que tenga tu sonrisa
y con ella pintes de alegría
mi vida...
Regálame esas fantasías
de tus noche de lujuria,
tus ganas de vivir, de amar...
Tu pecho para poderlo cuidar
regálame...
Ese abrazo tan tierno
que jamás te pude dar
hasta calmar mis miedos
llenarme de tu esencia infinita
para poder sobrevivir
a esta falta de ti
no te pido más
déjame sentir el latido de tu corazón
para que tu alma quede
atrapada en mí
tocar el torso de tu cuerpo hasta quemarme la piel
así quedará tatuado
toda la esencia de tu alma
que a besos yo me beberé
borra estás heridas
que sufrí por amor en el ayer...
Sólo te pido que seas
mi eterna realidad
por el resto de mis días.
María de los Ángeles Ares Lago
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