jueves, 1 de febrero de 2018
LA ROSA DE LOS VIENTOS SIEMPRE SEÑALANDO EL NORTE FRÍO
Estas arenas milenarias que reflejan sin descanso
la luz cegadora del sol, desafían el verdor insultante
de los naranjos de las huertas del Nilo;
que hace que nos sintamos más cerca de los muertos
asqueados de las pirámides de Tutankamon.
El norte es algo más sagrado que un punto en el espacio,
y la rosa de los vientos no sé porque diantres
no me señala el sur cálido, sino siempre el frío norte...
El norte es sólo un río para las falúas nubias,
por donde Cleopatra siempre esperaba a Marco Antonio...
Yo siempre quise bañarme en las aguas milenarias del Nilo;
y cuando ya casi creí tenerlo al alcance de mi mano,
trinó una alondra por los ahitises
y todo el tinglado que tenía ya casi hilvanado ..
con un estrepitoso plan cibernético se vino a bajo.
Así que me decidí a buscar un agradable descanso a la sombra
de un cocotero donde descansar mi ya muy sufridos huesos,
y dormir sin miedo bajo este azul cielo;
con la rosa de los vientos de frente
para no perder el horizonte.
Si no vuelvo, no preguntéis por mí, mi calle
ya no está en los mapas... no tengo número ni pueblo...
Si alguna vez vuelvo a los orígenes de mi historia;
tal vez sea en ese cajón donde nos ponemos tan serios...
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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