Él se encerró en su cuarto,
dejó de probar alimento alguno,
hasta de llorar por ella se había cansado,
no medía las horas, minutos, días, ni segundos,
el solo recordar que Ella estaba en brazos de aquel tipo,
lo sumergía en un autoexilio,
el cabello le había crecido, ni que decir de la barba,
una noche de tanto llorar,
un mensaje le llegó al celular,
le dio una esperanza, se dispuso a leer:
"amigo mío no sé de ti hace mucho,
estoy triste, me destrozaron el corazón, quiero contar con tus consejos"
era Ella, buscando consuelo,
Él no dudó en ser aquel pañuelo,
se afeitó, bañó, se alistó, salió corriendo a su encuentro...
Dennis Olivas -Perú-
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