viernes, 2 de febrero de 2018

CON MIEDOS DE OTOÑO, FLORECIÓ NUESTRO ABRIL


Y el sol se vistió de mil lunas,
en los tules de la noche
y en sagrado ritual insisto
en el  saborear de aquel beso
que nunca llego a mi boca.

Se muerden mis labios
en la reminiscencia de los tuyos.

… Te siento llegar en la aura etérea
de lo imposible rozando el doblez
de mis encajes.
 Con miedos de otoño
Con lluvia de amor en tus pupilas.
Con el temblor del roció en las mías.

…Y   se cumple el ensueño
de entallarme a tu cintura y entre tus dedos
rasgues todas las cuerdas del deseo
dormido...

Y en un acorde de tu tiple ruiseñor:
se levantara un fortín en mis pechos de gloria,
se abrirán los diques manantial de caricias.

 Un huracán de encendidos antojos
logro que se embebieran los besos adeudados,
el susurro en mi nuca volvió temblorosa
mi piel desnuda donde retozaba un alma exhausta
en el doblez de mi encaje...

Fue tal la lumbre que se encendió la noche
con las pavesas de amor de los abriles guardados
en aquella piel de otoño.
...¡Y el sol  se vistió de luna en el beso de tu boca!

Carmen Guzmán Cedeño -Venezuela-
Publicado en la revista Espacio del poeta 87

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