CON ESA MIRADA

Con esa mirada
de la niña que un día fui,
así quiero seguir...
a pesar de la cruda verdad
que me circunda.
A veces la realidad
me persigue como un zombie
que me quiere sujetar,
pero no puede...
como un mutante,
salido de la tumba
de un cementerio de muertos vivos...
Y corre para atraparme,
mas yo saco
mi daga de sueños,
a su encuentro
y lo enfrento...
Ante la realidad
que me muestra,
quiere sacarme lágrimas;
en ese instante
yo le asesto el toque
de una sonrisa...
y entonces cae
en su propio terreno,
ni siquiera alcanza a llegar
a su bóveda final...
Escribirle a los sueños
es un momento de evasión
de la irremediable crudeza
que nos rodea a todos
y a la que nadie puede escapar,
con muertes devastadoras,
ausencias que ahondan
y tremendas traiciones.
Con esa mirada
de la niña que un día fui
y no quiero perder,
es que enfrento
todas las verdades de mi vida
y encuentro siempre luz,
aún en la tormenta más aciaga,
en el quiebre de mi corazón,
en la pérdida más irreparable y dolorosa.
Aún así, aún...
veo salir el sol...

Diosma Patricia Davis -Argentina-