Los seres desamparados,
no piensan, en la Navidad,
si no hay con qué festejarlo,
ni un trapito qué estrenar.
Si en el frío de las calles,
la gente,
sólo viene y va,
¿cómo podría ilusionarles?
la algarabía de los demás.
Salen personas de las iglesias...
...bañadas..
de supuesta, espiritualidad,
ven al mendigo
y le sacan la vuelta,
no sea,
que los vaya a asaltar.
Aquí es donde yo me pregunto:
¿PARA QUIÉN ES LA NAVIDAD?
María Ernestina Torres Sánchez -México-
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