Es la que te distingue
de los demás.
Ese niño angelical
me enciende cada
vez más y hace
que cada día lo
piense más.
El ser que habita
dentro de ti,
te hace una persona
especial.
Te permites
adaptarte
a cualquier
circunstancia.
Gritas, cantas
y te ríes, observando
la vida con sabor
y alegría.
Te despiertas cada
mañana sin prisas
y te vistes con el
mejor atuendo
una sonrisa en tus labios.
Invitándome a dar,
lo mejor de mí.
Agradeciendo por
todo lo que acontece
en mi vida.
Al observarte me
conectas con lo
divino.
Sólo de verte yo
suspiro.
F. Janeth Elizarraraz O.
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