viernes, 29 de diciembre de 2017

VERSANDO


Y nos pusimos
a versar.

Y las letras aparecían
con ritmo y pasión.

Fluían al compás
de nuestra agitada
respiración.

Nuestro versar era
corto; pero intenso,
haciendo eterno
el momento.

Era la primera vez
que lo hacía, pero
sentía seguridad,
ya que tus palabras
me abrazaban
con ternura.

Era tanta mi emoción
que mi piel se erizaba.

Gozando de tu
ritmo al versar.

Mi corazón vibraba
en cada verso
y mi cuerpo se
estremecía.

Cada palabra tuya,
me elevaba a planos
sublimes, transportándome
a las nubes, haciéndome
soñar, estando despierta.

Es la magia de tu versar
angelical que me conecta
con lo divino y yo te
siento conmigo.

F. Janeth Elizarraraz O. 

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