Cuando nacimos ya nos habían hecho de nuestra fe,
Nadie nos habló del amor (como pareja), solo del prójimo y el de Dios.
Sin vacilación alguna seguíamos los dictados de nuestra fe,
Todo enmudeció cuando ocurrió nuestro encuentro.
Quieres lidiar lo que tu Dios y el mío concilian.
El amor, sentimiento humilde, sublime y sincero. Universal.
Quieres cuestionar al amor y recurres a Dios para decirme que no me amas más que a él.
El Dios que tú amas y el que yo amo, son uno, el mismo
Y si fueran dos, diferentes, arreglarían el cielo,
Encenderían el sol en las noches para nosotros y en el día,
Por cada estrella nos darían un encendedor.
¿Pones de pretexto a Dios para negar el amor hacia mí?,
Dios no es malo, es fiel instigador al amor,
Es bienhechor para que nuestras almas se hallen.
Yahveh o Jehová o Adonaí, no importa el nombre o como se llame Dios,
Si es precisamente la tierra fértil de nuestros corazones el medio para amarnos.
No dogmatices a Dios, solo escucha su palabra,
Ama, ámame como soy, un hombre, alguien que respira por ti,
Que te desea subrepticiamente.
Te amo con todos los Dioses que tú tengas.
Te extraño con las blasfemias que poseo
Es tuyo mi corazón y anhelo que me correspondas.
Misael García Consuegra.
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