Por no mirarme a mi mismo
entré en la ley material,
sufrí la crisis mental
de quien le gusta el cinismo.
Por no quererme a mi mismo
rompí mis alas de viento...
De poco sirvió mi aliento
cuando desperté en el fuego;
sople la tormenta luego
más nadie escuchó mi acento.
Carmen Azparren Caballero
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