.
En la densa oscuridad
pesa el aire y es amargo,
y un moribundo letargo
cobija mi humanidad.
Al no ver ni claridad
ni ruido que me despierte,
siento que la mala suerte
me atrapa en su negro hedor
y en medio de mi terror
puedo oler mi propia muerte.
.
Huele a muerte mi destierro
y la muerte huele rancio,
y a dolor huele el cansancio
y mi soledad a encierro.
Me suena el mismo cencerro
como una voz de ultramundo,
y en este hueco profundo
donde hoy se encuentra mi vida,
prefiero dar la partida
a vivir cual moribundo.
.
Luis Salvador Trinidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario