lunes, 18 de diciembre de 2017
EL FRAGOR DE LOS SILENCIOS
El silencio asfixia la palabra
La palabra ruido en la ergástula del silencio
El silencio guarda los secretos vividos
Álgidos recuerdos
Pretéritos instantes de flamígera iterancia
El silencio es el taller de la metaforia
lo dijo Siddhartha Juanca
cuando los ruidos espantaron la sombra del poema
que se acercaba a la némesis.
Las sombras habitan el silencio
se desplazan imperdibles por el presente pasado.
Yerta remembranza de ayeres insepultos
se levantan noctámbulos en la Oniria
en busca del presente alejados de ayeres de estorbos
Los ayeres se remasterizan en el presente
Y andan
Y andan
los caminos remasterizados del hoy de cada día
Vienes a mí en tul de sombra
descalza de vestiduras
y dejas en mis pupilas la gracia figurada
y bebes en mis labios el néctar de los recuerdos
en la soledad cómplice de los silencios
Inmenso calderones en el pentagrama de la amasia
que alongan la Oniria
en el temor de despertar de la ensoñación de los silencios
Sombras de otras sombras estorbosas
penetran las persianas del tokonoma de silencio
desplazan los ensombrecidos silencio de gratia plena
Aplazada Oniria
Grato silencio
Ensoñación de recuerdos
Amalgama de deseos
La complicidad del silencio hace su reclamo
en la profundidad de calderones músicos
entonados por la orquesta que percute sus instrumentos silentes
en la posibilidad de la alteridad de la batuta direccional del numen
Ahora es el silencio
Franklin Howard Ortega
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