DESPERTAR

Pareciera que el sol dibujara
las hojas de mi árbol de dorado color.
Su tronco, erguido y desafiante
siente celos de tanto esplendor.
Bajo su ropaje anaranjado
la envoltura se llena de frunces,
son impulsos del amor de su alma.
Maravilla de armonía son tus movimientos
cuando el viento te llama.
Mis ojos se elevaron hacia ti de madrugada.
En el mismo momento que caí rendida
en sus brazos y ante tu mirada.
Alguna frase, palabras sueltas,
la emoción hacía llama en el río
que recibía de emoción acompasada.
Era mi flor primera la que entregaba.
Un suspiro hecho delirio se elevaba
hasta la playa azul que nos tapaba
nuestros cuerpos se hicieron siluetas
que entre las sombras se enlazaban.
Una palabra aún virgen en mi boca
en ti quedaba grabada, te amo,
mi flor primera te ha sido entregada
aquí; ahora, bajo mi árbol erguido
de hojas anaranjadas en esta madrugada.
La carne se hizo silueta y desapareció entre
la hierba, entonces… la conciencia despertaba.

Juana Campos Cortés.