Con esta mordedura de serpiente,
de la que ayer pensé que moriría,
remé mi envenenada cobardía
buscando absolución en mi inconsciente.
Con esta mordedura de serpiente,
antídoto me he vuelto. ¡Quién diría
que el tóxico letal me bailaría
el cuerpo el día siguiente y el siguiente!
Con esta mordedura de serpiente
he sido, de mi guerra, combatiente
¿Cómo sobrevivirme si aquel día
no hubieras sido ofidio? Todavía,
con esta mordedura de serpiente,
a dentelladas yo te incitaría.
Jorge García de la Fe
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