viernes, 15 de septiembre de 2017
EN ESE AMANECER
"En ese amanecer,
que al cuerpo vence,
rayo candente,
de luz que madura.
Fueron pieles y esculturas,
recortes de líneas puras,
dorados trazos de dibujo,
en blancas sábanas de papel.
Tornáronse dulce miel,
cálido brebaje,
desayuno de su querer,
siendo el lecho, su único traje.
Acariciáronse con el tiento,
de un sueño que se aleja,
deshaciendo hilo y madeja,
que su abrazo supo tejer.
Entregándose el sonreír,
de unos ojos que aun despiertan,
de una manos que se respetan,
de unos labios, con sabor a café.
Amargo sabor,
que sus bocas endulzaron,
rayos de sol dorados,
beso pintura, del amanecer.
Y fue tierno el proceder,
compás del Astro y su alza,
claridad de un sol que emergía,
rozar, de aire que entrelaza.
Dejáronse llevar,
en diáfano desliz,
álgido sentir,
que el corazón levanta.
Fueron un mirarse de silencio,
un besarse, que el día reclama,
un asomarse a la mañana,
de almas, que juntas durmieron.
Tiempo de justa medida,
alba, de desvelado sueño,
amarillos, que el cielo dibuja,
figuras, remoloneando en el lecho."
Del libro Poemas de la noche de Emilio Juan Gilabert Fernandez
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