-X-
Tan clara era
el agua de la ribera
que en ella se reflejaba
el mirto y la alondra.
Desnuda en transparencia
me bañaba en su fronda,
mientras el aire traía...
olor a gardenias.
Mi cuerpo, puro como el río
gozaba de mil esencias
y era junco,o lirio silvestre
besado por sus ondas lentas.
Confieso que me sentía:
íntegra y satisfecha
y misteriosa sonreía
a mi estado de inocencia.
Alguno de los lectores
me imaginará, sin vestimenta,
pero con mis letras os digo...
que fui, lo que soy, y vivo:
De la natura...
¡su esencia !
CLOTILDE ROMÁN
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