Sí, enamorarte un día de él
fue una locura. ¡Gran, desfachatez!
Y entregarte un día a él
tú ahora lo ves que fue estupidez
si te dio él siempre penumbra y hiel…
Mas reparas hoy, ya con sensatez,
¡qué tu dignidad va en primer lugar!
¡Nunca permitir verla pisotear!
Adelina Corea
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