martes, 19 de septiembre de 2017
A JUAN ARIZA
A mi amigo admirado maestro Juan Ariza, con ese cariño especial que une corazones y amor por el arte.
Ole, maestro de maestros,
¡ole!
grande mi maestro,
la inspiración de mi verbo,
la soltura en los versos,
que, amaneciendo en la voz rajada,
fluyen como ríos mansos
hacia el alma, de quien te escucha,
porque eres voz de nuestra tierra,
alma de nuestras raíces,
eres el eco de nuestra Andalucía,
y para mí,
eres noche, eres luna y eres día,
porque sueño con la gloria
cuando resuenan
las campanas de tu garganta,
sueño con las lunas de mi alegría,
y siento, ¡ay! lo que siento,
es el sabor de nuestra tierra,
siento el azahar que entra
por los poros del alma
y encierra mi sangre
en borbotones de poesía y arte,
ese arte que te lleva de la mano
¡maestro! ...
y te pasea por todos los rincones
de la dulce melodía
que encarcela un sentimiento
de pura amistad,
entre rudas manos de finos brillantes
que se engarzan
en aros de alma y corazón,
¡maestro!
alma, vida y Andalucía,...
y Córdoba,
Córdoba en esa mirada
que me hiela la sangre
cuando suenan de nuevo
las campanas de tu garganta.
¡ole!... y ¡ole!
mi amigo, mi Juan Ariza,
mi Córdoba en el alma.
Angel L. Alonso
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