Entre los labios
se derritió el amor
como un trozo de hielo...
tal cuál era tu corazón.
Entre las manos
se desmoronó el amor
entre celos absurdos
nublamos nuestro cielo los dos.
En la penumbra
su tiempo se extinguió,
nubes negras y ceniza de tristeza
mi alma cubrió.
Entre palabras
sepultamos el amor
velándolo con recuerdos
que de melancolía llenaban mi corazón.
¡Nieve!..
nieve fue lo único que quedó
ante el apocalipsis que causo
en mi interior este adiós...
Nieve mientras cargaba en la espalda
mi dolor... nieve, la que me acompaño
a seguir el camino mientras sanaba mi corazón...
ANA LAURA VÉLEZ OCHOA -MÉXICO-
Publicado en la revista Trinando 14
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