Cada noche en la tierra está llena de maldad.
Corazón, aprende a estar en silencio.
Las almas duras, escudos duros
reflejan la luz de la casa de las estrellas.
Tu lamento se hace más débil.
Corazón, aprende a estar en silencio.
Solo se cura de silencio, el silencio persiste,
casta virgen y la inocencia verdadera.
¡Busca la ardiente vida de sufrimiento!
Corazón, aprende a estar en silencio.
Por las heridas y la fiebre nadie se hace fuerte.
Brillante como el acero es la fortaleza del cielo.
Del libro País oculto de Karin Boye -Suecia- Traducción Hebert Abimorad
Publicado en Periódico de poesía 99
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