no sabe bien explicar el trabajo de su marido
sus reuniones interminables y a oscuras y en secreto
nunca supo si era bueno o malo decirlo
a veces su pecho quema y su garganta quisiera gritar
siempre vuelve a esa noche
él, tan nervioso
el uniforme manchado
su cara de esto es grave
se siente querida no amada
se siente señora de
sabe que siempre será así
no habrá posibilidad de cambio
de ninguna toalla ubicada en otro estante
ni una comida salada o quemada
no hay ni habrá errores
en esta vida prolija como un cuartel
Del libro “Mujeres en un cuaderno borrador” de
ELIZABETH MOLVER -Argentina-
Compartido por Rolando Revagliatti
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