A tus ojos todo son sombras, todo es oscuridad. Tu caminar es torcido; vas dando traspiés como muñeco roto, o como beodo que acaba de abandonar la taberna después de tomar unas copas de más. Eres lento, tu lentitud es torpe, no tiene ninguna elegancia, tu silueta sin gracia y ¡qué ruidoso! Se te oye a leguas de distancia.
Cuando te miro pena me das. ¿Cómo es posible tanta ineptitud al caminar en la oscuridad? ¡Tus ojos no ven nada! ¡Tus oídos no escuchan nada! ¡Pobre hombre de comportamiento tan necio en las
sombras de la noche!
Fíjate en mí, contempla la gracilidad de mis movimientos, de la suave languidez de mis pasos uno detrás de otro, sensualmente, sin casi tocar el suelo; de que forma airosa y con que soltura esquivo
todos los obstáculos que se interponen en mi camino. El suave aleteo de mis pabellones auriculares escuchando el silencio. ¡Qué clara y obvia es mi superioridad! ¡Si supieras lo pequeño que te veo con
mis felinos ojos!
MAGACONTA
Participante en el VI Certamen Microrrelatos Libres Memorial Isabel Muñoz
Cuando te miro pena me das. ¿Cómo es posible tanta ineptitud al caminar en la oscuridad? ¡Tus ojos no ven nada! ¡Tus oídos no escuchan nada! ¡Pobre hombre de comportamiento tan necio en las
sombras de la noche!
Fíjate en mí, contempla la gracilidad de mis movimientos, de la suave languidez de mis pasos uno detrás de otro, sensualmente, sin casi tocar el suelo; de que forma airosa y con que soltura esquivo
todos los obstáculos que se interponen en mi camino. El suave aleteo de mis pabellones auriculares escuchando el silencio. ¡Qué clara y obvia es mi superioridad! ¡Si supieras lo pequeño que te veo con
mis felinos ojos!
MAGACONTA
Participante en el VI Certamen Microrrelatos Libres Memorial Isabel Muñoz
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