martes, 4 de abril de 2017
Y NO QUEDÓ NADA
Y no quedó nada, nada ni ceniza
ni escombros de ternura,
Ni un pañuelo para el resfrío
del sol desabrigado y desairado.
Ni asientos de café
En el hueco suave donde solía
habitar el amor
La mañana tirita empapada de rocío
Como un chapuzón culpable y asesino.
La historia termina como suele ocurrir
El reloj roba el tiempo del final.
La miel y la hiel,
lo dulce y amargo.
Todo...
un tornado gira y da vueltas
El miedo de volver a empezar...
los muebles, el amor, las promesas
Volver a vivir, tal vez, perseguir los sueños,
Los latidos al galope,respirar
Y sentir la inmensidad del mar dentro del pecho
Cuando el sol caiga tras la línea del horizonte
Llevar los temores a dormir,
lo que la brisa levanta malgastando
la impaciencia del amor.
Vas a marcharte, el futuro espera
no importa si tu pelo se alborota.
A veces el tiempo pasa sin tiempo
sin mirar atrás, como estatua de sal.
Ese miedo de no encontrarte al final
Ahora el destino te espera abriendo los brazos,
déjalo estrecharte.
No le des tiempo al miedo ni a la soledad.
Cuida tu bandera
Cuando encuentres tu luna y
des ese pequeño paso, para plantar
en esa blanca superficie
Lunar
Tu bandera es ser feliz,
Feliz.
Miroslava Ramirez
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