viernes, 28 de abril de 2017
NOS DEJÓ HUÉRFANOS Y SIN GUÍA
Salvador el cura de la serranía:
que era eso, salvador de los que menos tenían;
de cura es de lo que menos presumía,
era un verdadero seguidor de nuestro Señor;
pues para servir al pueblo fue para lo que se formó.
Elástico, audaz, inteligente...
fue nuestro compañero, hermano, padre y amigo;
nos educó en la adversidad, nos enseñó
a que nos amamantáramos de primaveras frías,
fue cazador entre las aves crueles y supo hacerse
un huequesito entre todos(as los/as gastoreños/as de bien...
Durmió en las sábanas del pueblo, se ganó un lugar
entre los pobres, demostrando como el nazareno
que él iba siempre el primero: -para los judas-
fue un dios sombrío... comió en casi todas las cocinas del pueblo, olfateo las cenizas de doble cara...
Pero no supo envolver su corazón limpio y puro
con pieles negras ni guardarse las espaldas
de los que por delante te alaban y te apuñalan por detrás.
No supo hacerse un cristal de transparencias duras...
Nunca tuvo monedas en sus bolsillos, para nada las quería...
a no ser para socorrer almas, que como él decía
siempre estaban más abandonadas que la suya...
Cuando por fin consiguieron echarlo
-Si que se quedaron almas huérfanas y vacías...!
Rafael Chacon Martel
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