ME LLAMAS PILLO

De mis halagos sinceros
que realizo a tu persona,
en tu forma retozona
dices no son verdaderos.
Si de tus ojos admiro el brillo
y de tus labios su frescura,
raudamente me calificas
como un verdadero pillo.
Si con mis labios mancillo
la hermosa piel de tus manos
en galante reverencia,
también me dices soy pillo.
Si como un hábil caudillo
de una batalla amorosa,
que tu resistencia doblega
con rapidez dices que soy pillo.
Si como un sano chiquillo
jugueteo con tus deliciosos senos,
encendiendo la hoguera
de los guardados deseos,
bajito me dices, sos un pillo.
Si con caricias maquillo
la suave piel de tus muslos,
allí donde son más gruesos,
tu voz escucho gozosa: sos un pillo.
Cuando tu resistir humillo
y logro extraer tu néctar
divino de tu exuberante flor,
en el éxtasis de tu ardor
exclamas sin resistir ya,: sos un pillo.

Roberto Batista Pargas