lunes, 3 de abril de 2017
DE OTOÑO A OTOÑO
Era una tarde gris, fría y triste... solitaria
el cielo taciturno se había sentado
pensativo sin nubes ni estrellas.
Tu nombre apareció de repente arrastrando
tu sonrisa
el viento frío parecía escribir en los cristales
de tus mejillas
llegaste de pronto dándome la bienvenida,
y tus manos extendidas me invitaron a bailar
la melodía del aire que mece las ramas de los árboles,
compás de las hojas, que danzan en remolinos.
El olor de pan recién hecho, la taza de café,
y desde entonces...
Tú... llenaste lo triste y lo festivo, lo real
y lo ilusorio.
Caminamos por el parque de Sullivan,
Y recorrimos museos y el centro histórico,
nos sentamos en los bancos de los parques,
y tomamos café en " El gran premio";
íbamos a desayunar a lugares tradicionales.
y me regalabas mil sonrisas,
limpiaste mi nariz, más de una vez,
cuando me secuestraba la tristeza
y el llanto o mis catástrofes cíclicas.
Llenaste las tardes frías de coloridas charlas,
y de besos...
de margaritas, y presagios en tierra,
de notas de jazz,
de películas reales, que me abrieron el mundo
de par en par.
La ilusión y los sueños,
regaste mis proyectos con tus manos
cada mañana, con tu cuidado y tu presencia.
Así llegamos a otro otoño, tan real y tan vivido,
Es una lástima tal vez...
Lo habré soñado...
Miroslava Ramirez.
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