Déjame tocar en el viento,
la esencia de tu cuerpo;
y en mi cara sentir la brisa,
la caricia de tu alma.
Y que quede en nostalgia,
la ternura de tu amor:
deja que arda en el fuego;
la llama de la pasión.
Amémonos, esta noche,
como si fuera la última entre
los dos; que se desvíe el
tiempo, que se detenga el reloj.
Que no termine la noche,
que no salga el sol; que
con una mirada; nuestros
corazones, se entregan
al amor.
Noelia Arreigue -México-
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