SENTIR DE NUEVO

Sólo desaparecen las cosas
cuando harto de todo
cierro mis ojos
dentro de una canción que suena.
Luego los abro
y todo es turbio y nublado,
mi vista discrimina los colores.
Una voz lejana
pero cerca de mi alma,
no deja descansar a mi dolor,
llenándolo de risas alocadas.
Mi mundo está girando en torno a ella,
irremediablemente,
alborota a manotazos
esta pertinaz y espesa niebla.
Mis puertas siguen cerradas,
abiertas las ventanas,
me alimenta el aire fresco,
ese frío que evoca mis deseos.
Soñar con tus manos posadas,
con tus labios alimentándose de los míos,
con el fuerte abrazo de tus piernas
en torno a mis caderas,
un millón de Pompeyas sucumbieran.
Derramarme entero hasta morir
perdido en tu alma,
no querer jamás volver a la cordura
que apaga mis incendios.
Sentir de nuevo en mi piel el fuego,
y volar, volar muy lejos,
de mi soledad enamorado
hasta encontrarla en mis sueños.
Ahogarme en sus lágrimas,
dulces lágrimas de deseos.
Mientras viajo por notas,
nubes espesas que cubren el mundo,
que no me dejan verlo,
para no padecerlo, ni quererlo.
Dormiré mi cuerpo
siguiendo el ritmo de mi cerebro.

JOSÉ MANUEL BARELLO