martes, 28 de febrero de 2017
UNA ÓPERA ESPACIAL HISPANA, UNA INMERSIÓN EN LA AVENTURA: ¨ECOS¨ DE VÍCTOR CONDE
Ecos, de Víctor Conde, nos trae reminiscencias de grandes clásicos de la ciencia ficción internacional, como El Juego de Ender, de Orson Scott Card, o La nave estelar, de Brian Aldiss. No porque sea una copia o siga las mismas pautas, sino porque nos engancha igual con una trama entre apocalíptica, bélica y claustrofóbica.
La historia se desarrolla en varias líneas argumentales paralelas –y no tanto- que van desde una guerra contra una raza extraterrestre, a una educación un tanto peculiar con unos niños que pueden ser el as de la humanidad para ganar la batalla final. Un ordenador será el eje que una todas esas líneas.
En Ecos, como buen narrador, Víctor Conde da varias vueltas de tuerca, diversos giros argumentales, que nos hacen ver la novela de forma diferente cada vez. Cuando pensamos tener todas las claves de la historia, Víctor Conde las retuerce y nos revela más datos, con lo que todo vuelve a empezar. Es un juego literario interesantísimo y entretenido, que engancha al lector, que no parará de leer hasta un final digno de una novela que pide, quizá, una continuación.
Ecos bebe del género clásico de la ciencia ficción, como ya se ha dicho. Bebe, se empapa y, luego, crece y se expande con un estilo personalísimo e hipnótico a veces. Con un estilo ágil, aunque no superficial, Víctor Conde consigue una novela bellamente trenzada, con pasajes creíbles, tanto en la descripción de los personajes como en el de las estructuras, las naves o los intereses variopintos de sus protagonistas.
Una novela muy cinematográfica en el sentido literario, porque el lector puede “ver” cada plano descrito, cada diálogo de sus personajes, cada paisaje, estructura, nave espacial… y disfrutarlo como si estuviera allí. Ecos es una novela para leer cada cierto tiempo. Su autor, Víctor Conde, no es de los que merezcan que su obra se cubra de polvo y olvido. Al contrario, hay que ponerla cerquita, al alcance de todo el que quiera disfrutar con la buena literatura de ciencia ficción.
Francisco José Segovia Ramos -Granada-
Publicado en periodicoirreverentes
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