martes, 3 de enero de 2017

Nº 4



DIARIAMENTE emborrona sus sueños de paredes
descubriendo el milagro de sus calles inéditas.
Diariamente camina entre el llanto del hombre.
Diariamente le mide su latido a las cosas.
Si ahora cantan los niños se le hace el alma plaza
con árboles y fuentes.
Si un hombre le recita su letanía de llanto
la bota del cacique va aplastando sus voces.
Todavía cree en la virgen condición de la luna,
aún pulsa la importante perfección de la rosa.
Preguntadle el destino secreto de los pájaros
cuando extienden sus plumas en madeja de rutas,
pero siempre le duele que alquiléis vuestros músculos.
Es un hombre con lunas atadas a la sangre,
con un cajón de alondras destapados en las sienes,
que asiste puntualmente al parto de los trigos.
No sabéis su destino, no creeréis en su canto.
Comercia con un polen azul de mariposas
y quisiera cambiarle al mundo la camisa.
En esta casa sueña un hombre como todos
pero con un arcángel recostado en la frente.

Del libro La calle de JULIO ALFREDO EGEA RECHE -Almería-
Publicado en Luz Cultural

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