La diferencia que fascinaría al corazón en una sociedad igualitaria
No todos somos humildes
de semejante manera
ni aunque curados estemos
de las sociales demencias,
son muy distintos los modos
de asumir esa pobreza
a que el dueño de razón
cuando bien ama se entrega,
las almas que piensan poco,
a las que piensan, no aprecian,
a los seres negligentes,
un gran rigor los molesta,
puede ser muy orgullosa
una persona modesta
y un hombre de mucho bien
puede darnos mucha guerra,
todos valemos lo mismo,
el valor no es lo que cuenta,
lo que cuenta es que rozando
muy cerca al otro se sienta.
Luis Rafael García Lorente
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