Diste savia a mis sueños,
y a los minutos que los preceden,
amante y amada.
Gime mi alma a compases lentos
mientras mi cuerpo saborea el elixir de tus huellas
Amante y amada.
Misterioso el tiempo, que no deja de repetirme
que busque sosiego.
Amante y amada,
que muere a pocos y resucita a tiempo.
Tesoro oculto que adormece
para despertar y seguir siendo,
la amante amada.
Chari Jaén (San Juan de Aznalfarache, Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 31
No hay comentarios:
Publicar un comentario