Quiero recordarte
y no me deja el viento.
Es inútil.
Las sombras vienen hacia mí sin rostro.
La playa está solitaria
y un canto de nostalgias recorre mi cuerpo,
Es que ya no hay penas,
ni lágrimas,
ni tampoco sueños,
ni risa,
ni esperanza.
Solo,
el latir de un eco
perdido entre las olas del océano
M.ª del Carmen García Moruja (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 31
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