Con un sueño a cuestas a la mar se dio
y a la madre con un beso dejó;
dejó tierra y amigos e ilusiones:
ignoraba que no más los vería…
Dejó el alma colgando allí en su cielo:
el cielo que lo había visto nacer.
Ahora extiende el brazo y está lejos:
sólo nostalgia agarra en el vacío…
Pero cierra los ojos y está cerca,
Y se dice bebiendo su pesar:
En un invierno crudo yo emigré
cual golondrina de mi suelo patrio,
pero un día volveré y me quedaré.
-En este bello sueño van veinte años-.
Ahora él melancólico se dice:
¿Por qué llevo en el alma dos banderas?
“¡ Porque tu corazón es trasplantado,
-una voz interior con piedad dice-,
pero tienes el alma allá en los cielos
de la patria, prendida cual estrella!”.
Poema del libro BRINDIS POR UN POEMA de Leonora Acuña de Marmolejo
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