sábado, 26 de noviembre de 2016

EL QUE ESCRIBE


La pluma le habla desde sus adentros,
su alter ego se desdobla,
se viste con la piel de las apetencias paganas
o su rostro transfigura en excelsa pasión.
Tiene formas de féminas en sus andares,
a veces su sombra es la de un hombre con alma de niño.
El alma de quien escribe sin ínfulas de ser escritor,
goza de una arrogante humildad,
inverosímil a ratos,
por momentos más humano,
gatea entre lo escabroso, lo tierno, lo salvaje
se pavonea con grácil figura,
encantadora entre bestias nocturnas,
intenso y sobrehumano.
Se codea con las almas desnudas a cielo abierto.
El que escribe.
Se deja llevar por el encanto de las letras,
se deja arrastrar por su influjo,
se hace inquieto, se hace versátil,
se transforma con pluma y papel en mano...

MERCEDES GIL -Venezuela-

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