martes, 29 de noviembre de 2016
AQUELLA NOCHE
Aquella noche figuraba entre la Caracas farandulera, la que no duerme y se empina entre el whisky, amigos, el humo del cigarrillo. Las horas transcurrían vibrantes, la imaginación febril, la fogosidad bajo el influjo de la música, luces, aroma y la algarabía del lugar. Hombre y mujeres como impermeables. Todo les resbalaba, hasta el atropello de las miradas. Las palabras salían y entraban apresuradamente de sus labios como una avalancha diseminada por el lugar absorbidos por el arrebato del momento. ¡La moral no importaba, solo las ganas..! Unas curvas bien pronunciadas o algunos labios húmedos que apaciguaran las ansias hambrientas enhebradas a sus pieles. Buscaban saciar el deseo como quien busca algún nombre en la guía telefónica y aunque no la vea ni la acaricie presume haber encontrado el amor hecho hambre, aunque después de los tragos, el sudor, el sexo y las frases estrenadas ni siquiera las recias caricias fabricadas recuerden ni uno ni otro, ni la asocian a la noche de anoche y al mirarse cara a cara, la interrogante ¿qué hago aquí? Bajo algún pretexto alzan el vuelo, digamos que por algún motivo se esfumaron los recuerdos, las huellas, el deleite y todo queda en una simple despedida. Así es la vida en esta Caracas enérgica, en la Caracas que no se sosiega.
Noris Roberts -VENEZUELA-
Publicado en Estrellas poéticas 60
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