miércoles, 21 de septiembre de 2016
DE LA NADA AL TODO
¿Qué puedo hacer hermanos míos? Si tenía tan poco que dar en ese instante. El niño harapiento de mirada dulce se acercó frente a mi puerta, la adornada de Mirlos secos, me pidió un mendrugo de pan, su sonrisa triste se fragmentó frente a mis ojos cansados. Fue cuando la indiferencia brotó con un manto de impiedad. La justificación llegó a mi boca por tener sólo un pan.¿Qué hacer hermanos míos? Si en la calle innumerables niños huérfanos nos imploran clemencia y no podemos aportar para ellos ese bendita hogaza. ¡Hoy imaginaré que voy caminando sin rumbo como ese antaño cuando de niña sentí la barriga flaca! Me pararé frente al imberbe que llora, tomaré su mano y le diré, ven a mis brazos ángel, que no te asuste mi mano la que hoy vacía está. Ven compartiré contigo éste el único pan será la dádiva para aplacar tu hambre. Luego correré contigo implorando un techo para ti, "un techo de verdad" Donde pernoctan las caricias, donde habrá un amigo esperando tu sonrisa, donde hallaremos un plato servido en la mesa que nos cobijará y donde habrá una mascota inocente que te mueva su cola y te lama ese llanto para que juegue contigo por siempre jamás...
Ariam Diesel
No hay comentarios:
Publicar un comentario