Un árbol prisionero,
un ala que se busca
por el aire,
unos ojos que miran
hacia adentro,
unas manos que se aman
a sí mismas,
y una melodía sin destino
en la hora más quieta
de la tarde.
Del libro "La casa y otras visiones" de Máximo Simpson -Argentina-
Publicado en el blog elescribidor
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