Si me dices adiós
en el alboroto de mis sueños,
no lograré oírte
en el callado silencio.
Si el empuje de la noche,
te trae mi nombre,
envuélvelo con tus sus alas
sin cometer derroche.
Pero si al contrario,
mi nombre lo susurra
los aullidos del viento,
atrápalo en tu pensamiento.
No dejes que se difumine
como la sal en un río seco,
deja que navegue en sus aguas,
como navegan los veleros.
Que no hay amores,
que se retengan en los puertos,
solo hay el palpitar del corazón
y mares de silencios.
Olivia Cortes Rubio -Málaga-
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